Me gusta verme en el espejo sonriendo, me contagio más aún y no puedo dejar de sonreír.
Por el mismo motivo, le sonrío todos los días a la gente que esta cerca de mí, para contagiarlos, y que ellos no paren de sonreír tampoco.
Y no lo voy a negar, también sonrío mucho porque cabe la posibilidad de que a una persona le guste mi sonrisa más que otra cosa, y que con el hecho de sonreír le alegre el día. Pero ya digo, es una posibilidad.
Una posibilidad que me gustaría que fuese real.
Tu manera de pensar, es relinda. Pues si, si todo el mundo sonriese no habria tristeza.. para la gente esta amargada. Ains... el amor... :D
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